MUNDO DIGITAL
“La publicidad en papel influye más que los influencers de Instagramâ€, según Diego Dillenberger
“Instagram no es una red social tan extendida como Facebook, pero es la que más crece y de la que más hablan los marketineros en todo el mundo. Es también por lejos la que más atrae a los jóvenes o millenials. Se convirtió en la red de los “influencersâ€, y las empresas se desesperan por llevar allà sus presupuestos publicitariosâ€, dice Diego Dillenberger, director de la revista Imagen.
¿Sabrán esas empresas que sus acciones de marketing en Instagram son bastante menos efectivas que en los viejos medios impresos a la hora de vender sus productos?, se pregunta.
“Ese resultado se desprende de un estudio del instituto de investigación Access Marketing Management, de Alemania, que estudió la influencia de Instagram en la venta de productos cosméticos en comparación con avisos clásicos en medios impresosâ€, indica en una nota que reproduce El Liberal que dirige el licenciado Gustavo Ick en Santiago del Estero.
“La sorpresa: los tradicionales avisos en gráfica son más influyentes. Esto no quita que los influencers no sean efectivos en grupos de afinidad, pero el estudio derriba un mito muy instalado en los ambientes de marketing en todo el mundo: esos profesionales de la publicidad podrÃan estar recomendando a sus clientes en las empresas inversiones menos efectivas de lo que sostienenâ€, manifiesta Dillenberger.
Según se preguntan Joachim Riedl y Lisa Luckwald, de Access, en el portal de Marketing alemán Horizont, el influencer marketing es parte de la comunicación de marca de muchas empresas, ¿pero sabrán los empresarios cuánto influyen realmente los influencers en las decisiones de venta?
El estudio muestra que la mayorÃa de los entrevistados (mujeres compradoras de cosméticos) tiene una visión positiva de Instagram en aspectos emocionales, como amistad, inspiración e información. Los menos lo ven como un sitio comercial y superficial, pese a que la red social es usada como plataforma comercial.
El experimento dividió a las consumidoras en dos grupos aleatorios que fueron confrontados con publicidad de productos nuevos de las marcas Nivea y Estee Lauder: debÃan ver posteos de Instagram por influenciadoras y avisos clásicos impresos en revistas. Luego se las entrevistó individualmente sin que supieran que no se trataba de evaluar las marcas en sÃ, si no los medios de los mensajes: print o influencers, reproduce el diario de Gustavo Ick.
Y aquà la sorpresa: cuando debieron calificar a los nuevos productos en base a su primera impresión, las evaluaciones en base a Instagram fueron siempre más negativas que las de la publicidad en papel en cuanto a sus aspectos emocionales y cognitivos.